Las previsiones no dejan lugar a dudas, durante la mañana
del 16 de enero (a las 0400 UT), las manchas solares 1401 y 1402
estallaron produciendo una llamarada solar de clase C6 y una brillante eyección de masa coronal que impacto directamente, contra el planeta Venus, arrancándole una pequeña parte de su atmósfera.
No se trata de una erupción solar excesivamente fuerte. Sin embargo, y a pesar de que la llamarada no fue especialmente intensa,
la inmensa nube de ardiente radiación y materia solar (la eyección de
masa coronal o CME) embestirá de lleno al planeta vecino, según la
trayectoria calculada por los expertos del Laboratorio de Clima Espacial
Goddard.
Al día siguiente de su paso por Venus, la gran nube de
partículas de la eyección de masa solar llegará hasta la Tierra y
chocará contra su campo magnético, que la desviará en su mayor parte
hacia los polos. Se espera, para ese día, una intensa actividad
geomagnética y auroras boreales alrededor del Círculo Polar Ártico. Tras haber emitido dos potentes llamaradas, una contra Venus el pasado día 17 y otra contra la Tierra
este mismo fin de semana, una tercera erupción, la más potente de
todas (ver vídeo), fue liberada el día 22 y nos alcanzará a lo largo de
la jornada de hoy. A su llegada, provocará la mayor tormenta geomagnética
que se conoce en nuestro planeta desde el año 2005. El fenómeno tiene
la potencia suficiente como para causar problemas en los satélites de
comunicaciones de órbita polar.
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