viernes, 25 de marzo de 2011

Tormentas solares

Los dos principales tipos de tormentas solares son las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas al Inglés, Coronal Mass Ejections). Ambas tormentas están estrechamente vinculadas con los campos magnéticos  de la superficie del Sol. Al igual que cuando se estira una liga de goma hasta que cede a la presión y se rompe, los campos magnéticos enredados alrededor de una región activa liberan energía cuando "ceden". ¡La energía emitida por una llamarada solar en cuestión de minutos es similar a la asociada con 100 huracanes en la Tierra! 
 

El pasado 14 de febrero, justo a tiempo para San Valentín, fuimos testigo de una potente erupción solar que apuntaba directamente a la Tierra. Se detecto una llamarada masiva de clase X, la más potente que puede emitir el Sol y la mayor detectada en estos últimos años.







 Las llamaradas solares emiten energía en forma de radiación electromagnética , incluyendo rayos X, radiación ultravioleta , luz visible , y ondas de radio . Una llamarada solar suele durar unos pocos minutos, hasta una hora .En cambio las eyecciones de masa coronal, son explosiones en la corona, una parte en la atmósfera del Sol . Estas explosiones lanzan al espacio varios miles de millones de toneladas de gas y plasma. Generalmente, una eyección de masa coronal, lanza la misma cantidad de energía que una llamarada, pero dura varias horas y no minutos. Las eyecciones de masa coronal, que salen del Sol y están "dirigidas" hacia la Tierra, tardan generalmente de uno a cuatro días para llegar hasta nosotros. 

Sabemos, por ejemplo, que cuando se produce una llamarada solar como la del pasado día 14 es de esperar que el Sol lance varias "oleadas" diferentes de partículas. La primera llega casi de inmediato y prácticamente a la velocidad de la luz. Tarda entre diez y veinte minutos en alcanzarnos y lo hace en forma de protones de alta energía que pueden penetrar el campo magnético terrestre a través de las regiones polares. Esta primera "avanzadilla" tiene el potencial necesario para interrumpir las comunicaciones por satélite.
Pero eso sólo es el principio. Si la llamarada solar ha sido lo suficientemente fuerte, puede dar lugar a una eyección de masa coronal, una densa nube de plasma a millones de grados de temperatura. Cuando el chorro de plasma se encuentra con el campo magnético terrestre, y la orientación de su campo magnético es la adecuada, penetra a través de él y causa, por inducción, intensas corrientes eléctricas que pueden dañar, incluso inutilizar,toda clase de aparatos eléctricos, nuestras centrales energéticas, provocando apagones , cortes en el suministro, etc...

 ¿Por que no paso nada de esto el 14 de febrero? Fue una simple cuestión de suerte. De campos magnéticos alineados de tal modo que toda la energía enviada por el Sol se desvió de forma inocente hacia los polos de la Tierra causando las famosas auroras boreales. Si el ángulo relativo de los dos campos (el de las partículas solares y el terrestre) hubiera sido otro, las cosas se habrían podido poner muy feas para nosotros. Ahora, y una vez pasado el peligro, los científicos miran al futuro con preocupación. La "tormenta de San Valentín" sólo ha sido la primera de un ciclo solar, el número 24, que acaba de comenzar y que se prevé mucho más activo que el anterior. Se calcula que, en los próximos meses, se producirán no menos de 1.700tormentas solares de igual o mayor intensidad de la que nos dejó milagrosamente indemnes el día 14 de febrero. 





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